Esta herramienta de marketing, nacida en los 70 en EEUU y que actualmente en España está en pleno auge, consiste en despersonalizar, arreglar, complementar y armonizar una casa sin grandes obras ni reformas.

Hoy en día las propiedades que salen al mercado tienen que destacar en un mercado cada vez más amplio y competitivo. El Home Staging busca acortar los tiempos de venta y alquiler y poder fijar un precio más elevado.

El poder de la imagen

Está demostrado que cuando un potencial comprador o inquilino realiza una búsqueda en un portal inmobiliario, experimenta mayor interés y aceptación cuando la ficha del inmueble incluye fotos en que la vivienda está limpia, ordenada y es luminosa.

La vía del Home Staging requiere evaluar la vivienda en una primera visita, despersonalizar la vivienda, ordenarla, optimizar los espacios, limpiar el inmueble, reparar los desperfectos, y por último organizar y armonizar. Se consigue un cambio de ‘look’ de la vivienda reordenando su distribución y aportando elementos decorativos y colores más atractivos. Se trata de hacer mucho al menor coste posible. El coste suele oscilar entre el 0.4% y el 1% del precio de la propiedad. Siempre se intenta aprovechar el material de la casa y aportar lo mínimo en objetos de decoración para abaratar el servicio.

Aunque las técnicas de Home Staging parecen sencillas, muchas veces es muy difícil para un propietario que lleva muchos años viviendo en su casa ser lo suficiente objetivo como para ver todos los desperfectos de su vivienda y aplicar los consejos que ha leído sobre el Home Staging. Por ello un profesional aportará su punto de vista externo y más objetivo para ayudar al propietario a revalorizar su inmueble.

Teniendo en cuenta que no suele haber una segunda oportunidad para causar buena impresión, esta herramienta nos ayudará a convertir nuestra vivienda en un lugar acogedor, neutro, moderno y atractivo, en el que la mayoría de los visitantes se sientan cómodos.

Casos prácticos

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